DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER | Mujeres trabajando, ¿todas acceden a sus derechos?
Mujeres trabajando, ¿todas acceden a sus derechos?. Las mujeres han conquistado espacios en diversas áreas laborales, sin embargo, la brecha entre el salario y derechos laborales, con respecto a los varones, aún es un tema pendiente.
Sin importar a qué se dediquen, y en qué parte del mundo laboren, las mujeres siempre perciben un menor salario con respecto a los hombres. Por realizar el mismo trabajo, señala ONU Mujeres.
Indica que, aunque en muchos países ha comenzado a disminuir la disparidad en la educación. Aún se excluye a las mujeres de determinados trabajos y las relega a otros, que a menudo son los peores remunerados.
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Empleos mal remunerados
Por diversos factores: falta de acceso a educación, embarazos a temprana edad, e incluso discriminación laboral, muchas mujeres se emplean de manera informal, por ejemplo: como vendedoras ambulantes, trabajadoras domésticas o en la agricultura de subsistencia. Generalmente son mujeres que poseen escasas habilidades, que desconocen sus derechos o que han emigrado a otros países, y los trabajos informales pueden ser la única opción de ganarse el sustento.
En la mayoría de los citados casos, estas mujeres reciben una baja retribución, puede resultar peligroso y carecer de prestaciones sociales como las pensiones, los subsidios por enfermedad o los seguros de salud. Según la ONU, el 57 por ciento de las trabajadoras domésticas de todo el mundo laboran sin límite de horas.
Por lo anterior, la ONU propone tomar medidas políticas con carácter urgente para eliminar las barreras que discriminan a las trabajadoras, así como proporcionar educación y capacitación a las mujeres, para que gocen de nuevas oportunidades en un mundo laboral en transformación.
Igualdad en prestaciones
En el caso de las mujeres empleadas, indica la ONU, muchas carecen de prestaciones de protección social. Del 73 por ciento de las personas que tienen un acceso parcial o nulo a pensiones, prestaciones por desempleo e incluso, seguros de salud, la gran mayoría son mujeres.
Por ello, propone derogar toda legislación laboral discriminatoria, en consonancia con la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, así como promover planes de protección social debidamente estructurados que reduzcan la pobreza e incluyan a las mujeres que trabajan, se jubilan o realizan tareas de cuidado no remuneradas.
Mujeres que trabajan y el acoso
La violencia contra las mujeres vulnera sus derechos, esto se magnifica en el centro de trabajo. Independientemente de la edad, ingresos o el tipo de empleo, muchas mujeres enfrentan violencia y acoso mientras laboran. Algunos jefes conceden ascensos solo a cambio de favores sexuales, y en muchos casos son víctimas de acoso en la calle y el transporte público, de camino a su trabajo.
Por lo anterior, la ONU propone promulgar y aplicar leyes y políticas que penalicen todas las formas de acoso y violencia de género en el lugar de trabajo, así como trabajar con los sindicatos, las empresas y las personas que defienden a las y los trabajadores informales para que todas las mujeres conozcan sus derechos y puedan exigir reparación por las violaciones de sus derechos.
Mujeres que trabajan en México
El año pasado se registró como el año con más mujeres laborando en México. Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), el 2022 destaca por la mayor contribución laboral femenina en México, desde 2005.
Lo anterior, sin embargo, con una disparidad salarial. Mientras ellas ganan un promedio de 49 pesos por cada hora trabajada, los varones ganan 54 pesos. El INEGI indica que, hasta abril de 2022, las mujeres representaban el 40% de la población económicamente activa de México. Se trata de 23 millones, mientras los hombres eran alrededor de 35 millones.
Sin embargo, la brecha salarial entre hombres y mujeres en México, continúa a la baja. De cada 100 pesos que obtienen ellos, la representación femenina recibe 87.
Sinaloa y la violencia laboral
Según la Encuesta Nacional sobre las Dinámicas de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH 2021), Sinaloa ocupa el lugar 25 entre las entidades con mayor prevalencia de violencia en el trabajo a lo largo de la vida laboral. El tipo de violencia más frecuente en el ámbito laboral es la discriminación, tanto a lo largo de la vida laboral (18%), como en los 12 meses previos a la encuesta (10%).
Estos resultados reflejan la imperiosa necesidad de seguir impulsando acciones legislativas y administrativas para reducir las brechas de desigualdad, porque mientras exista discriminación contra las mujeres en cualquier ámbito, estas seguirán siendo violentadas bajo todas las formas.
Principales personas agresoras y violencia que ejercen
Psicológica. Compañero(a) de trabajo 39.0 %
Física y/o sexual. Compañero(a) de trabajo 33.6 %
Principales agresores 12 meses previos a la encuesta en 2021 y violencia que ejercen
Psicológica. Compañero(a) de trabajo 40.2 %
Física y/o sexual. Compañero(a) de trabajo 38.5 %
Discriminación
La encuesta señala además que, de las mujeres asalariadas de 15 años y más en Sinaloa, 18.7% experimentó alguna situación de discriminación laboral por razones de género en los 12 meses previos al levantamiento de la encuesta.
Las principales situaciones de discriminación laboral que vivieron en los 12 meses previos a la aplicación de la encuesta fueron: menos oportunidad que un hombre para ascender (8.5 %), recibió salario más bajo que un hombre que hace el mismo trabajo o tiene el mismo puesto (7.8 %), o bien, ha recibido menos prestaciones que un hombre que tiene el mismo nivel o puesto (5.9 %).
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Falta de apoyo
La gran mayoría de las mujeres no solicitan apoyo en los casos antes citados, y tampoco denunciaron (91.5 %); apenas el 8.5 % solicitó apoyo, información o servicios, o levantó una queja o denuncia.
La discriminación es además un delito. Según el Código Penal en su artículo 188 señala como pena de uno a tres años de prisión y una multa de 50 a 200 días a quien discrimine por razón de:
Edad, sexo, embarazo, estado civil, raza, idioma, religión, ideología, orientación sexual, color de piel, nacionalidad, origen, posición social, trabajo, profesión, posición económica, carácter físico, discapacidad o estado.
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