Los trastornos afectivos y de ansiedad, los más frecuentes en las mujeres, ¿Qué hacer?
Los trastornos afectivos y de ansiedad, los más frecuentes en las mujeres, ¿Qué hacer?. Hablemos de cuidado a la salud mental y cómo todos y todas podemos contribuir de manera positiva.
Una de cuatro personas ha presentado al menos un trastorno mental a lo largo de su vida, señala la Encuesta Nacional de Epidemiología Psiquiátrica (ENEP). Los datos señalan que los hombres presentan prevalencias más altas en cualquier tipo de trastorno, en comparación con las mujeres (30.4% contra 27.1%). Sin embargo, cuando se pregunta a las y los encuestados por los últimos 12 meses, el grupo de las mujeres indica prevalencias más elevadas (14.8 contra 12.9% en los hombres).
Los trastornos más frecuentes para las mujeres son los afectivos y de ansiedad, mientras que los trastornos por uso de sustancias son más frecuentes para los hombres. Para el caso de las mujeres adultas, los trastornos más comunes son las fobias específicas (7.1%) y trastornos de conducta (6.1).
Factores de riesgo para los trastornos mentales
La salud mental está relacionada con la forma de vivir, la alimentación, cómo nos cuidamos, el trabajo que tenemos, dónde vivimos, nuestros apoyos y nuestros sentimientos.
La violencia de género es un factor de riesgo para sufrir trastornos mentales. Las mujeres son las principales víctimas de violencia y quienes la han sufrido presentan mayor incidencia de depresión, toxicomanía, actos autodestructivos e intentos de suicidio. Estos síntomas se agravan cuando las mujeres se ven impedidas de revelar su situación, se duda de su credibilidad, no se atienden sus necesidades de seguridad personal, deben enfrentar solas al agresor y no existe un sistema de reparación del daño.
Otros factores de la vida cotidiana que pueden producir alteraciones emocionales en las mujeres son: las responsabilidades domésticas; tener una posición subordinada en la sociedad dentro y fuera del hogar, asumir la responsabilidad de armonizar las emociones, conflictos y tensiones de la vida familiar; tener pocas opciones legítimas de escape y pocos espacios propios, tener una relación de pareja no satisfactoria, no tener en quién apoyarse emocionalmente.
La salud mental
La salud mental no se trata de la ausencia de trastornos mentales. La salud mental y física y el bienestar social son componentes vitales de las personas y están ligados. Según la Organización Mundial de la Salud, la salud mental es el estado de bienestar que permite a los individuos realizar sus habilidades, afrontar el estrés normal de la vida, trabajar de manera productiva y fructífera, y hacer una contribución significativa a sus comunidades.
El Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM indica que las enfermedades mentales son desórdenes en el cerebro que alteran la manera de pensar y de sentir de la persona afectada, al igual que su estado de ánimo y su habilidad de relacionarse e identificarse con otros. Son causadas por desórdenes químicos en el cerebro, las cuales pueden afectar a personas de cualquier edad, raza, religión o situación económica.
Investigaciones recientes evidencian la necesidad de que exista una mayor inversión en salud mental, en términos financieros y en recursos humanos, tanto para la atención de la población que sufre algún trastorno mental como para generar trabajos de investigación y promover la salud mental.
Factores asociados a la salud mental
Si bien los trastornos mentales afectan a personas de cualquier edad, raza, religión o situación económica, existen factores biológicos o psicosociales, estos últimos pueden estar relacionados con la historia personal o las experiencias tempranas en la vida, que hacen más vulnerables a los individuos a sufrir enfermedades mentales.
Todos y todas podemos contribuir al bienestar mental de las mujeres:
- Familias y educadoras. Pueden ayudar a desarrollar sus capacidades, expresar sentimientos, cuidar su autoestima, ejercer sus derechos, asumir responsabilidades y resolver problemas sin violencia.
- Los medios de comunicación. Es importante romper el estereotipo de belleza física y perfección en las mujeres.
- Organizaciones sindicales, empresariales y políticas. Fomentar medidas para la igualdad entre hombres y mujeres. Implica el reparto de tareas, así como reducir la competitividad en el trabajo entre hombres y mujeres y, en cambio, promover el trabajo en equipo en el que la participación sea equilibrada entre mujeres y hombres.
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