¿Qué quieren y necesitan las niñas y los niños?
Dedicamos nuestro reciente Informe de Paz a las infancias y sus derechos y la importancia de escucharlos y empoderarlos para que desarrollen todo su potencial.
En el marco del Día del Niño, dedicamos nuestro Informe de Paz a las infancias y sus derechos. Iván Velázquez, director de SUMA, Sociedad Unida IAP, habló acerca del modelo de intervención de esa organización que a lo largo de 17 años ha logrado generar compromisos ciudadanos, a fin de construir de paz a través de la participación ciudadana.
Informe de Paz dedicado a la niñez
En este encuentro participaron también las titulares del Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna) a nivel estatal, Nuria González, así como de Sipinna municipal, Elisa Carreón, quienes charlaron con las y los alumno de la primaria Juan M. Balderas, de la colonia Renato Vega, en Culiacán, a quienes preguntaron cuáles son sus deseos, y sus derechos.
“Tengo derecho a tener una familia, a ser amada en mi hogar”, comentó la niña María Guadalupe, ante la pregunta de la titular de Sipinna estatal, Nuria González.
Otros niños y niñas participantes, entre ellos, Santiago, destacaron que sus derechos son: jugar, tener una familia que los quiera, ir a la escuela y ser respetados.
“Antes de tomar decisiones encaminadas a los derechos de los niños, les preguntemos qué les gusta, qué necesitan, qué quieren; debemos escucharlos”, dijo Nuria ante la audiencia integrada por madres y padres de familia, directores de escuelas de educación básica, activistas y representantes de la sociedad civil.
SUMA y la construcción de paz
Iván Velázquez, titular de Suma, Sociedad Unida IAP, indica que hace 17 años nació esa organización con el firme objetivo de construir paz desde la participación ciudadana y empoderar a las niñas, niños y adolescentes, a fin de que desarrollen todo su potencial.
“Nos dedicamos a trabajar con la niñez y las adolescencias. Sabemos del gran potencial que tienen, de sus grandes ideas, muchísimo talento, y también de las barreras para poder contar con su participación. En ocasiones hay barreras dentro del hogar, en el sector educativo que no les permiten explorar su potencial y ser un agente de cambio. En Suma, nuestro objetivo es empoderar a las juventudes y adolescencias para que asuman estos roles de construcción de paz”, dijo.
Suma, añadió, no trabaja solo, sino que lo hace en conjunto con el sector educativo, con autoridades, organismos de la sociedad civil, artistas, y deportistas.
“Sumamos esfuerzos de todos esos actores sociales para empoderar, abrir espacios para que la niñez se involucre de manera activa en la construcción de paz, a fin de incrementar la cantidad de jóvenes que participan como líderes en acciones de paz, liderando sus propias ideas, sus propios proyectos. Por ello necesitamos estrechar lazos entre lo que necesitan ellos y sus comunidades. Sumamos esfuerzos para que las juventudes se empoderen y desarrollen todo su potencial. Este acompañamiento se realiza con profesionistas y expertos en diversas áreas: psicología, educación, seguridad”.
Para 2017, 200 mil personas atendidas.
Para la primera década de Suma, ya se había trabajado con más de 200 mil personas de manera directa: con proyectos con vecinos en colonias, o proyectos con instancias de gobierno, empresas o escuelas.
“A través de nuestro modelo de intervención con alumnos de secundaria, hablamos acerca de la paz, qué es. Les hablamos también de la violencia, los distintos tipos existentes para que vayan desnormalizando algunos fenómenos de violencia en los que se encuentran muy inmersos: que les pongan apodos, que los golpeen en casa, el bullying”.
“La niñez y la adolescencia son parte viva de nuestra sociedad. Necesitamos abrir espacios, no nada más buscar que sean profesionistas, sino que son personas, individuos con plenos derechos y también con un gran potencial. El reto es construir paz”, dijo.
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