Aprendizaje socioemocional en la niñez, un nuevo paradigma para la transformación social

Partiendo de la reflexión de que la educación es esencial para formar en las personas valores humanos compartidos a fin de coexistir pacíficamente, pensar de forma crítica, vivir de forma sostenible, ganar habilidades necesarias para trabajar colaborativamente,  desarrollar soluciones creativas para afrontar los retos presentes y futuros y siendo esta el mayor vehículo de movilidad social, vale la pena replantearnos no solo qué contenidos académicos estamos enseñando y cuáles competencias se pretenden desarrollar, sino también el cómo estamos enseñando y cómo nuestras infancias están aprendiendo.

 

Educación, un medio para la construcción de paz

 

Estrés en el ecosistema educativo

Se ha revisado por muchos expertos cómo el estrés generalizado en el ecosistema, las demandas excesivas en ambientes altamente competitivos y las dinámicas sociales en el ámbito familiar y escolar pueden tener un impacto significativo en la salud mental y emocional de las infancias, así como en su desempeño. Por ello es importante tomar medidas para gestionar el estrés y promover un equilibrio saludable entre las demandas de la vida cotidiana y el bienestar personal.

 

Trabajar en procesos de aprendizaje socioemocional que estimulan e incrementan la autoestima de nuestras infancias juega un papel crucial, ya que esta define cómo enfrentamos los desafíos de la vida. Una autoestima sólida nos proporciona confianza y la fortaleza necesaria para superar obstáculos y perseverar ante la adversidad, es decir desarrollar nuestra capacidad de resiliencia. 

 

Impulsar a las personas a crecer abona a la paz

 

Salud mental y socioemocional

El abordaje de la salud mental y socioemocional en los centros educativos en los últimos años ha evolucionado, sin embargo aún tenemos mucha tarea en el quehacer de promover el acceso y ampliar la difusión del aprendizaje social emocional bajo el enfoque de coadyuvar a cultivar valores humanos básicos como habilidades prosociales, con el fin de aumentar el florecimiento individual, social y ambiental, para la construcción de una cultura de paz y un futuro sostenible para nuestras infancias.

 

Preparar a las infancias desde los centros educativos en alianza con las redes familiares y toda la sociedad en su conjunto, para la etapa de la adolescencia y adolescencia tardía es imprescindible, ya que es en esta etapa en donde se adentran, en un periodo que presupone profunda vulnerabilidad e importantes cambios en el cerebro a nivel neuroquímico y neurocerebral, donde las dinámicas sociales, familiares e interpersonales son cada vez más exigentes y complejas. 

 

Promueve los Derechos Humanos con acciones de paz

 

Este es el mejor legado que podemos ofrecerles, una educación que promueva el balance emocional, la autodisciplina, la compasión, tolerancia, resiliencia y contención, refiriendo que el costo de la inacción es muchísimo mayor.

 

 


Cristabel Zamora

 

Autora: Cristabel Zamora |

Coordinadora de Programa Educación para  la Paz

 


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